Reflexión del Evangelio – 11 de abril.


¡Buenos días! ¡Hoy es Sábado Santo!

El sepulcro vacío – Mateo 28, 1-10
En la madrugada del sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María la Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajando del cielo y acercándose, corrío la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres: -Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí: Ha resucitado, como había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo vereis». Mirad, os lo he anunciado. Ellas se marcharon a toda prisa del sepulcro: impresionadas y llenas de alegría corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: -Alegraos. Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: -No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.